domingo, 14 de marzo de 2010

Roto y mal parado

Ya ahora llevo varios días tirado en la calle sin seguro y sin destino. Demasiado quieto para este auto de costumbres movedizas. Dicen los tarambanas que es por el seguro, el semieje , la temperatura, el parlante que no suena, la luz de stop y porque les da fiaca. No era asi cuando les esperaba un anochecer en la ruta con  un sol colorado sobre los cerros azules de centroamérica o cuando paraban en una Petrobras en el Mato Grosso y algún playero brasilero me quitaba las lagartijas del chasis con la manguera. Cuántos recuerdos... ¡Cuántas aventuras! ¡Cuántas avenidas! ¡Cuántas averías!
Sí, estoy en la yeca tirado caviloso y pensativo, no crean que triste, solamente meditabundo porque estoy solo y embolado mirando la gente que pasa y va al Parque Saavedra o a los chicos que van a la escuela. A veces, me visita un gatito colorado que se tira debajo de la caja de cambios y juega con un alambre que sujeta el caño de escape. Yo le echo un poquito de aceite para que sepa quien manda en la calle, porque el capo de la cuadra soy yo, che. Gato botón, si fuera hidraúlico se vendría al baúl sin problemas, pero bueno la vida lo hizo asi, felino.
 Si, asi es, una semana viendo el cordón de la vereda esperando que alguien de vuelta a la llave, revise el agua y el aceite, lave el barro multiétnico de las ruedas.
Si, asi estoy,  aburrido, roto y mal parado, sucio y desprolijo, "viviendo mi rutina como cajcajo suburbano sin darme cuenta que mi vida terminará" (Carpo te llevo en el alma), pues desconfío de la vida, de esta vida burguesona sin alma y sin vértigo. 
-¡Viejo garajero!- me gritó un minicuper con escape libre que por poco no me arranca el espejo.
-¿Y qué gritás mocoso atrevido? ¡Te quiero ver con la nafta común guatemalteca a ver cómo te las arreglás, seguro que se te tapan hasta los sapitos, auto de corneta!- le respondí, sin que me escuchara, ya se había ido muy lejos; es que tengo menos reacción que una babosa, ¡bah! pa´que se entienda: como si Borges jugara al pinpón.
Si, preciso ir al mecánico, a lo del gran Carlitos, a que me arregle un poco y asi poder salir otra vez a las rutas. Aunque sea por acá, por Ibiza o a Balcarce, allá los tarambanas pueden comprar papa para un loro y yo ir al museo de Fangio que es una especie de geriátrico deluxe. ¿Saben qué? no voy ni loco. Triste final el del cajcajo "break" argentino: serás lo que quieras ser o auto de jardinero.

Acá hay unas fotitos de mi llegada a este hermoso país, la última vez que estos dos me dieron pelota. 

 

8 comentarios:

  1. Hola Renato: ¡cuánta ingratitud! ya nadie te escribe, ya les fuiste útil y te abandonan así nomás.Yo siempre te leo, y te quiero mucho porque me cuidaste contra viento y marea, subidas y bajadas, a trancas y retrancas a esos hijos mios, bastante tarambanas, a tu decir, pero ¿se hacen querer,no?
    No pierdas las esperanzas que ya van a volver con el rabo entre las patas a pedirte perdon y nuevos favores. La llegada, despues de semejante despegue, cuesta muuuuuuuucho!
    Lo que me extraña es el mutis de tus asiduos lectores.¿Sólo querian la llegada triunfal de los perejiles?¡qué ingratos! No saben lo que se pierden si abandonan las visitas a tu charla tan amena y peculiar.
    Mientras te arreglan la carcaza sigo esperando que pases a visitarme por Palpa.
    Semper fidelis
    Marta

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  2. Cuánto os voy a echar de menos o, lo que es lo mismo aunque no igual, cuánto los voy a extrañar..

    Muchos besos llenos de afecto,

    Esther

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  3. Acà dice el pelado que no te andes quejando, pues te estan haciendo un lifting, con botox incluido, para que luzcas tu lomo por las calles porteñas.No es tan fácil disimular los pirulos que tenemos encima; te lo dice alguien con unos cuántos encima y los huesos crujientes!!!!

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  4. Cuanta razón Martita, no se abandona a los amigos en las malas...
    Disculpas Renato por no comentar a la brevedad como es mi costumbre, prometo firmemente no volver a cometer tamaña traicion.
    Besos a todos los seguidores Renateros.

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  5. Qué lindo ver el momento del reencuentro..

    A la espera de nuevas aventuras,
    Fede.

    PD: Perdón por lo escueto pero no estoy inspirado y si dejo pasar más días ya va a haber otra entrada en Balcarce o Gualeguay y se ma va a pasr esta..

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  6. Hola Renato, esta abandonada la cosa. Tengo entendido que andas con actividades, algunos dias te vas a curar gente y cuando no le enseñas a los purretes a leer y escribir. Ya tenes seguro, te cambiaron los ojitos y estas en tratativas para poder frenar, algo que practicamente no hiciste en 8 meses. Tengo la sensacion que estas sentado cabeza, pero ello no te impide ponernos al tanto de las buenas nuevas. Aceita los rulemanes y volve al ruedo con el blog. Seguro que hay miles de cosas para seguir contando.
    Besos

    Marita

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  7. Tranqui amigo, todos llegamos a viejos, lo importante es lo que hicimos en nuestras vidas. Aque Minicupper sólo sabe de shopping y música en Mp3, no sabe ni lo que es un cassete y algún día termina muerto destrozado en una esquina mientras vos viste con tus propios faroles los caminos de américas, te secaste con tu pañuelo de goma y dos fierritos de tu frente el sudor de las nubes de muchos países, te tomaste toda la gasolina de américa, el Mini solo probó una EURO o una Vpower que no tiene ni azufre, es como vivir toda la vida tomando RedBull si saber lo que es una Quilmes. Yo te aguanto amigo y si un día no te quiren más los tarambanas o molestás en la calle yo te ofrezco el patio de mi casa para que vengas a charlar con MI RANGER que está por nacer a fin de mes y tiene como misión INTENTAR RODAR TUS CAMINOS, no sé si lo podrá lograr, vos ya lo hiciste, VENI RENATO que acá te damos HASTA GASOIL para que se te pegue bien fuerte en las tapas de válvulas.
    Te respeta, con cariño EL TOBA

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  8. Que pachou renatito... ya no te dan bola... te usaron y te abandonaron... te dejaron plantado en el cordón de la vereda...
    No hagas huelga pa que te den bola... acordate del bochito de la película que se rajaba solo... venite para el norte...
    2 abrazos desde Vancouver, Canadá...

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