TENGO: salitre en todos los bornes,
Arena en los pistones
y una laucha en el cigüeñaaaaaaaaaaaaalll.
Lavenmén, lavenmén por amordedió, Nuestra Señora de los Pistones apiádate de este pobre cajcajo argento verdolaga y pintón como Gastón Pol o Pol Niumán.
¡Qué pinta querido! pero todos sabemos cual es el que raja la tierra con su mirada y alaridos. Aquel Gitano de Banfield, el gran Roberto Sanchez, por eso la presente entrada esta dedicada a él.
Todo me une al Sandro, su facha, su voz grave y sentimental, sus nenas (varias mojaron con sus lágrimas este capó) y por último, el transplante.
Resulta que en Playa del Carmen recibimos visitas, algo les había adelantado, de dos que no se quienes son porque en realidad muchos no los vi. Aparentemente eran los padres de la tarambana. Por fin gente con corazón, en dos días fui sometido a doble trasplante, alternador y servo de freno. Una intervención bastante complicada porque estuve dos días internado mientras los cuatro comían en la playita del caribe. ¡Mext dejaret matz solom quetzal perrotepeque malinche los tarambanas cabrones mano! Disculpen el lenguaje pero el donante es mexicano asique a veces reacciona mal. Acá estoy convaleciente. No es fácil, pero ¿saben que es lo que más me ayudó? El fiel, leal y aguerrido apoyo de ustedes, que son mis lectores. Todos sus mensajes me alegran infinitamente, me dan fuerza y me alientan a seguir a no se donde, muchos me recomiendan Toronto, pero la letra O me suena a sorprendido, a tos de carburador; yo prefiero la A que es acelerada, alegre y relajada. Una primera y aaaaaaaaaaaa! Un Rosaaaa Rosaaaaa la maravillosa y aaaaaaaaa. Quieren que les diga, me gustaría llegar a ALASKA. Pero bueno acá estoy en Campeche recuperándome y atento a la recuperación de mi versión humana.
¡Sandro Corazón!
¡Renato carburador!
¡Sandro Corazón!